Frente a la nueva rebaja arancelaria aplicada a las importaciones de calzado, desde la Federación Argentina de la Industria del Calzado y Afines (FAICA) manifestaron su preocupación por el impacto que esta medida tendría sobre el empleo formal y la producción local.
Desde el sector afirman que la decisión agrava un escenario ya complejo, marcado por presión fiscal, altos costos operativos, competencia informal y contrabando. Las cámaras empresariales solicitaron al Gobierno diálogo y condiciones equitativas de competencia para preservar puestos de trabajo y fortalecer la actividad productiva.
Según indicaron, la apertura no garantizaría una baja de precios al consumidor, pero sí podría provocar una mayor dependencia de productos importados y un retroceso en la generación de empleo.